La verdad no sé que hubiéramos hecho mi niña y yo sin tí...
Creo que ella no hubiera sobrevivido.
Viste mi angustia, mi desesperación, y no dudaste en ayudarme en todo lo que podías.
La llevaste al médico, le diste de comer, la cuidaste y me esperabas del trabajo para poder decirme cómo había pasado el día...
Porque tú sabes perfectamente lo que significa para mí ella, sólo tú me entiendes, me apoyaste en todas mis desiciones y me quistaste mucho peso de encima...
Te quedaste conmigo en una mala noche...
Me abrazaste cuando creía que ya no había salvación...
Me dijiste cosas muy dulces y positivas para que mantuviera la esperanza...
Por eso te amo, porque dejas todo por ayudarme y cuidarme.
Y te lo agradezco mucho.
Bueno, te lo agradecemos mi niña y yo infinitamente.
* * * * *
Fue una semana muy intensa, resulta que mi perrita enfermó de gravedad y prácticamente me la desausiaron, me dijeron que era mejor dormirla, pero claro, era algo que no iba a permitir, Fui con otro médico, le hicieron análisis, y además de la fuerte infección que tenía en el estómago, le detectaron diabetes, SÍ, mi perrita resultó ser diabética. Aún con el diagnóstico parecía no mejorar, y fueron muchas visitas al médico, muchos sustos y demasiada incertidumbre, pero justo hoy comenzó a reaccionar con el medicamento, ya se ve mejor, ya come y está más alegre. Mi niño me ayudó en todo, fue el que la atendió y la llevó al médico mientras yo trabajaba, fue como un angelito que llegaba en el momento justo y hacía que el mal panorama mejorara enormemente, es algo que las dos le agradecemos y creo que nunca pararé de agradecerle...